Los equipos que conocen cuál es la misión, son capaces de tomar decisiones coherentes, en las que todos reman en la misma dirección. De esta manera, los resultados y el clima mejoran ostensiblemente

El clima laboral, hace que los equipos modifiquen su nivel de desempeño. Mejorando las relaciones personales entre los miembros del equipo, mejoran los resultados, el bienestar y el nivel de compromiso.

En un entorno VUCA como el que nos encontramos, la incertidumbre es una constante. Por eso, cuando el equipo está preparado para la gestión de crisis, de la índole que sea, las consecuencias de la misma se reducen.

No existe una única manera de vender, cada uno tiene su propia fórmula. Sin embargo, conocer qué le funciona al equipo, para qué venden, cómo el producto o servicio ayuda a los clientes, etc. hace que las ventas se multipliquen.

Todas las empresas tienen clientes. Trabajar en mejorar su satisfacción, no tiene por qué significar bajar los precios o darles más por menos. Tampoco consiste en ganar todas la competiciones. Quizá consiste en conocer qué aporta el equipo y qué espera el cliente.

Conocer nuestros talentos y los del resto de integrantes del equipo, hace que nos enfoquemos en lo que mejor sabemos hacer, y les pidamos a los demás aquello en lo que tienen el potencial de ser excelentes, en vez de medirles por aquello que no tienen.

Cuando somos parte de un equipo, ponemos el beneficio del equipo por encima del individual, y esto se traduce en un mayor bienestar de cada integrante, y por supuesto del equipo como colectivo.

Continuamente estamos comunicando, pero la pregunta es ¿cómo de eficaz es nuestra comunicación? La comunicación existe con empleados, compañeros, clientes, proveedores, jugadores, patrocinadores…

Las emociones viven con nosotros, sin embargo en muchas ocasiones pasan desapercibidas. Cuando sabemos cómo identificarlas, qué mensaje nos aportan y qué hacer con ellas para mejorar nuestra vida, nuestro bienestar aumenta.